Yo guardo un vivo recuerdo de la liberación de mi pueblo por las tropas americanas y de todo el período de 1940-1945. Mis estudios secundarios en Tours no me apasionaron. Por suerte, los deportes individuales me permitieron afirmarme y después del bachillerato, en 1954, comencé los estudios para ser profesor de Educación Física.
A lo largo de estos estudios un profesor me marcó, el doctor Jean LE BOULCH, que cuestionaba la gimnasia sueca y la educación física en general. Me interesé entonces por los trabajos de P.VAYER y A. LAPIERRE. Descubrí a FREUD, DOLTO, AJURIAGUERRA, (que hizo el prólogo de uno de mis libros) y los grandes pedagogos. MONTESSORI, DEWEY, DECROLY, FREINET, MAKARENKO, NEILL.
Mis estudios de educación física me decepcionaron porque eran demasiado mecanicistas y demasiado físicos. Solo me apasionó la pedagogía del movimiento y descubrí entonces que enseñar me llenaba. En 1959, era profesor de Educación Física y Deportiva.
Hice mi servicio militar en Argelia ¡manteniendo el orden! Un período negro por todas las atrocidades que allí vi y viví. La creación de dos escuelas y un dispensario me permitieron ser útil para calmar el dolor de la población. Este período ha sido decisivo en el respeto que siento hacía las personas en situación de debilidad y hacía las otras culturas.
En 1961, fui profesor de Educación Física en Lyon y constaté rápidamente que no me gustaba esta profesión orientada esencialmente hacia los deportes. Me llamaron para formar parte de un equipo que reeducaba a los niños sordos; me interesó mucho y decidí orientarme en esta dirección. Solicité un puesto en mi región de origen en el que pudiera estar a tiempo completo al servicio de la infancia en dificultad.
Extraído de https://www.asefop.org/esp/bernard.php