PSICOMOTRICIDAD

20.06.2013 13:08

EJES DE ESTUDIO DE LA PSICOMOTRICIDAD

 

Se identifican como ejes de estudio de la psicomotricidad, los que corresponden al trastorno en el funcionamiento del cuerpo, y a la construcción del cuerpo – estructuración psicomotriz: 

Ø  Trastorno en el cuerpo: La práctica terapéutica en Psicomotricidad acciona mediante la aplicación sistematizada y controlada de métodos y técnicas específicamente psicomotoras reconocidas por la ciencia, la práctica y la ética profesional. 

Se puede especificar la siguiente semiología: 

Ø  Inestabilidades (en su expresión tensional y en su expresión dehiscente)

Ø  Torpeza

Ø  Inhibiciones del movimiento,

Ø  Trastornos de la organización gnoso – práxica,

Ø  Trastornos de la organización tónico-postural,

Ø  Paratonías,

Ø  Sincinesias,

Ø  Disarmonías tónicas,

Ø  Dificultades en la organización del equilibrio,

Ø  Perturbaciones del impulso motriz,

Ø  Alteraciones de la coordinación dinámica general y estática,

Ø  Alteraciones de la coordinación de la dinámica manual,

Ø  Tics y tartamudez como expresión de desorden tónico,

Ø  Alteraciones de la organización espacio-temporal,

Ø  Alteraciones en la organización del esquema corporal

Ø  Trastornos de la construcción de la imagen del cuerpo,

Ø  Alteraciones de la lateralidad y el ritmo,

Ø  Alteraciones del grafismo y la escritura,

Ø  Trastornos atencionales

Ø  Trastornos tempranos del desarrollo psicomotor

 

Las posibilidades de intervención terapéutica de la Psicomotricidad no sólo se circunscriben a los cuadros y síntomas psicomotores mencionados, sino que también se ha demostrado su eficacia en: 

Ø  Cuadros secundarios y asociados a: lesiones neurológicas, alteraciones metabólicas, genéticas, etc.    

Ø  Cuadros secundarios y asociados a: desórdenes severos de la personalidad: Autismo, Psicosis. Así como también en los cuadros llamadas por el DSM IV: T.G.D. (Trastorno Generalizado del Desarrollo)  y  ADDH (Síndrome atencional con hiperactividad).

Ø  Trastornos del aprendizaje: derivados de dificultades en la organización de la imagen del cuerpo, y la estructura espacio-temporal.

Ø  Ciertos trastornos del lenguaje: ligados a dificultades tónicas y práxicas.

Ø  Desórdenes psicosomáticos: ligados a las alteraciones de la organización tónico-postural.

Ø  Construcción del cuerpo. 

 

Si bien, se reconoce el origen de la Psicomotricidad en torno a la perturbación, el devenir de la práctica y el desarrollo del campo disciplinar, llevó al psicomotricista a estudiar e investigar al Desarrollo Psicomotor Normal.


Uno de los ejes centrales del estudio e investigación de la Psicomotricidad es el que se desprende la de los primeros tiempos de la relación madre-hijo, relación descripta por el Dr. De Ajuriaguerra con el nombre de “Diálogo tónico”
 

Éste está referido al encuentro con el otro como experiencia corporal fundante en la organización del cuerpo como construcción intersubjetiva.
 

Este concepto  alude a la presencia del otro, del cuerpo, del campo tónico-postural, la mirada, la voz las palabras del otro, y a los intercambios posibles que se generan con el niño y su cuerpo, así como a  la estructura tónica, la postura y la sensorio motricidad, jerarquizándolos comos instrumentos privilegiados para que la construcción del cuerpo y el desarrollo integral del niño se efectúe y organice con las mayores capacidades y potencialidades.

 

Destacamos desde esta perspectiva el valor de la función del  otro que favorece y propicia esta construcción para la vida plena. 

 

Este enfoque privilegia el aporte de la Psicomotricidad a la Promoción de la salud en todos los ámbitos de intervención (salud, educativo y social-comunitario). 
 

Se promueven:

Ø  La construcción  del cuerpo (estructuración psicomotriz).

Ø  La detección temprana de problemas psicomotores.

 

Los instrumentos y estrategias que se implementan favorecen el trabajo en redes, en grupos. Se promueven estrategias de colaboración intersectorial y participación social. Se favorece la creación-invención de diferentes escenarios para la promoción de la salud, tendientes a rescatar a los sectores sociales de mayor vulnerabilidad. 

 

Las estrategias son en su amplia mayoría propiciadoras del intercambio interdisciplinario e intersectorial, promoviendo a su vez un enriquecimiento mutuo – profesional y social.

 

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA CONCEPCIÓN DE PSM.

 

En el transcurso del siglo XIX se llevaron a cabo progresos de la Neurofisiología normal y patológica que posibilitaron avances en la concepción de la motricidad. 
 

Las investigaciones se centraron en:

 

A.- Desde la patología cortical:

Ø  Disturbios de las funciones simbólicas de localización cerebral cortical (afasia de Brocca y Wernicke).

Ø  Pérdida de cierto uso de la función, sin poder localizar la lesión
(apraxia ideomotora)

 

B.- Desde la Neurofisiología:   

Ø  En 1906, C. S. Sherrington investigó y precisó la acción integradora del sistema nervioso, a partir de lo cual la médula espinal fue reconocida como capaz de integrar las informaciones, es decir, analizar los estímulos y responder a ellos de manera adaptada. 

 

C.- Desde la Neuropsiquiatría Infantil:

Ø  E. Dupré describió, en 1907, una nueva entidad: el cuadro de Debilidad Motriz, relacionándolo con el de Debilidad Mental.  Síndrome no atribuible a una lesión del sistema piramidal.  Estado patológico y congénito del movimiento, hereditario y familiar a veces, cuya característica es la exageración de los reflejos tendinosos, la alteración del reflejo plantar, sincinesias y torpezas en los movimientos intencionales involuntarios, que llegarían a hacer imposible la libre resolución muscular. También Dupré propone el término paratonía para designar la imposibilidad de relajar voluntariamente un músculo.

 

 Algunos autores consideran a Dupré el creador de la noción de psicomotricidad,  termino que introduce en 1913, aún así fue largo el camino de investigación científica y aportes de múltiples disciplinas, para que La Psicomotricidad se erigiera como una práctica primero y luego se diera consistencia a su campo teórico.

 

En los inicios de este recorrido, las investigaciones dieron lugar a:

 

1)  La precisión de las etapas del desarrollo psicomotor y los problemas que puedan surgir a lo largo de éste.

2)  La descripción de la debilidad motriz, que responde a un problema de organización y armonización de diferentes funciones sostenidas por un cerebro que madura progresivamente.

3)  El establecimiento de un estrecho paralelismo existente entre las funciones motrices del movimiento y de la acción, y el desarrollo de las funciones psíquicas; a cada estado psíquico corresponde un estado motor.


Desde esta perspectiva, la función motriz comienza a ser considerada en su relación con la inteligencia y el carácter, instalándose así las bases de la concepción de la Psicomotricidad. 

 

D.- Desde la Psiquiatría, la Medicina, la Neurología, la Psicopatología, la Pedagogía, la Psicología y el Psicoanálisis:

Ø  Invalorable aporte en la construcción de la teórica y la práctica psicomotriz, de los numerosos autores, médicos y pedagogos que investigaron acerca del desarrollo del niño: E. Dupré, G. Heuyer, A. Collin, A. Gessell, A. Thomas, E. y G. Guilmain.
H. Wallon, N. Otzeretsky, J. Piaget, Vigotsky, J. de Ajuriaguerra, S. Freud, J. Lacan, D.Winnicot, F. Doltó, J. Bergès entre los grandes investigadores y pensadores. 

 

ANTECEDENTES NACIONALES E INTERNACIONALES DE LA FORMACION DE PSICOMOTRICISTAS: 
 

Un primer esbozo de formación profesional en Psicomotricidad fue organizado por el Dr. Julián de Ajuriaguerra, Jefe del Servicio de Psico-bio-patología del niño del Hospital Santa Ana de París, en los años 50.

 

Posteriormente este curso pasó a la Universidad de Medicina de París auspiciado por las cátedras de Neuropsiquiatría Infantil y de Biología aplicada.
A mediados de los años 60, los psicomotricistas franceses lograron el diploma de estado reconocido por el Ministerio de Salud Pública.

 

Actualmente las universidades francesas de París VI, París VII, Bordeaux II, Marsella, Toulouse, Grenoble, Lyon y Lille, dictan carreras de grado de Psicomotricidad.

 

Existe formación universitaria también en: Bélgica, España, Suiza, Alemania e Italia.
 

En América existen antecedentes universitarios en México, Chile, Perú y Brasil.
 

En Uruguay se dicta la licenciatura en psicomotricidad que depende de la Escuela de Tecnología Médica de la Universidad de Montevideo.

 

En nuestro país: Es Dalila Molina de Costallat, docente, formada en Francia con G Soubiran,  quien alrededor del año 1950, regresa al país portando un certificado que lo habilita para la práctica firmado por el Dr. Julián de Ajuriaguerra, introduciendo las primeras nociones y prácticas ejercitadoras para la actividad manual y coordinación general del cuerpo en Educación, formando a docentes.

 

La Psicomotricidad en la provincia de Córdoba obtiene el primer reconocimiento oficial en la formación, el cual tuvo sus inicios hace más de 40 años en el  Instituto Dr. Domingo Cabred, institución estatal-provincial, ubicado en la capital de la provincia. En dicha institución se otorgaban títulos de carácter oficial y con validez nacional, hecho que sucede hasta la actualidad.
 

En el año 1989 a través del Decreto 2090/1989 el Instituto Cabred pasa a expedir títulos de Profesor de Psicomotricidad y de Psicomotricista.
 

En el año 1993, el Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe bajo la disposición Nº 103/1993 habilita la apertura y funcionamiento del Instituto Superior Particular "Umbral" (institución privada) en el cual se desarrollaría la formación de Técnico Superior en Psicomotricidad.

 

En mayo de 1994, el Instituto Alta Casa de Estudios de Sudamérica bajo la dirección de la Doctora Honoris Causa Susana Demaestri, es autorizado por el  Ministerio de Cultura y Educación  de la Ciudad de Buenos Aires a llevar adelante un plan de estudios en carácter experimental de Formación de Psicomotricistas (Resolución Nº 1079/1994).

 

En el año 2000 el Ministerio de Educación de la Provincia de Santa Fe otorga mediante el Decreto Nº 2000/2000 la modificación de los planes de estudio y la creación de títulos intermedios: "Auxiliar Técnico en Psicomotricidad" y "Acompañante Terapéutico". 

 

En el año 2000, la Asociación Argentina de Psicomotricidad y su Escuela Argentina de Psicomotricidad (institución privada) obtienen la autorización de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para implementar el plan de estudios y expedir el título terciario de Psicomotricista Especializado en Salud y Educación. Dicha formación se implementó con el carácter de formación a término, destinada para aquellos Psicomotricistas que tenían una formación no reconocida oficialmente. Es la Comisión Directiva de la AAP quien a partir de este mismo año realiza las gestiones pertinentes con las autoridades de la Universidad Nacional de Tres de Febrero para gestionar la habilitación de la Carrera de Licenciatura en Psicomotricidad. La cual se abre e implementa gracias a los programas de estudio y psicomotricistas de la AAP.

 

A partir del año 2004 y bajo la Resolución Nº 61/2004 Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se ha modificado los planes de estudios en las instituciones de nivel terciario no universitario como la mencionada anteriormente ACES y se han puesto en marcha en el Instituto Superior De La Salle (institución privada), en el Centro de Estudios Interdisciplinarios para el Aprendizaje y la Comunicación (CEIAC) (institución privada) y en el Instituto Superior Padre Luis Tesa (institución privada).
 

Actualmente las universidades tanto estatales como privadas que forman Licenciados en Psicomotricidad se rigen bajo la normativa de la Ley de Educación Superior  Nº 24.521/1995. 

 

CAMPOS DE EJERCICIO PROFESIONAL:

 

Como práctica profesional, la Psicomotricidad, opera y se desarrolla en los campos de la salud, de la educación y del desarrollo social y comunitario en nuestro país, desde hace más de treinta años.  

 

Ø  Ámbito de la SALUD: promoción y prevención de la salud y clínica o terapia psicomotriz;

Ø  Ámbito de EDUCACIÓN: educación común y educación especial, formación y capacitación docente;

Ø  Ámbito de la ACCIÓN COMUNITARIA: políticas publicas de desarrollo social y comunitario en promoción, prevención y asistencia en diferentes grupos étareos.

 

ACTUACION EN EL ÁMBITO DE LA SALUD:

 

Lo particular del enfoque psicomotor respecto de la valorización (examen, balance y diagnóstico) y terapéutica de las perturbaciones, alteraciones o trastornos en la estructuración psicomotriz, es centrar la mirada y la acción sobre las posibilidades del sujeto y no sobre sus aspectos deficitarios. El fin de un tratamiento terapéutico en Psicomotricidad es que el cuerpo del sujeto adquiera en la realidad la capacidad funcional que le es propia, acorde a sus posibilidades y deseos.

 

La práctica terapéutica en Psicomotricidad acciona mediante la aplicación sistematizada y controlada de métodos y técnicas específicamente psicomotoras reconocidas por la ciencia, la práctica y la ética profesional:

a) De observación  diagnóstica:

En los cuales se atiende a las siguientes variables funcionales:

Ø  Organización tónica – estructural: tono muscular, postura-actitud, equilibrio, gestualidad.

Ø  Organización motriz - instrumental: movimiento, coordinaciones (estática,  dinámica,  viso-motriz), lateralidad, práxias.

Ø  Estructura simbólica -  representacional: espacio, tiempo, imagen,   juego, dibujo, escritura y lenguaje.

 

b)  De intervención: 

Ø  Entrevistas con padres.   

Ø  Actividad espontánea.

Ø  Actividad lúdica.

Ø  Actividad constructiva.

Ø  Actividades grafo-plásticas.

Ø  Relajación Terapéutica.

Ø  Entrevistas de interconsulta interdisciplinaria con otros profesionales y establecimientos educativos.

 

c) Del rol del psicomotricistas:

Ø  Intervención corporal profesional (voz, mirada, escucha, atención receptiva, silencio-pausa, contacto, etc.)

Ø  Relación terapéutica (psicomotricista-paciente) en la dirección de la cura.

 

Enfoque psicomotor al desarrollo y la organización del cuerpo:

 

Este enfoque privilegia el aporte de la Psicomotricidad a la Promoción y Prevención de la salud en todos los ámbitos de intervención (salud, educativo y social-comunitario). 

Se promueven:

Ø  La organización y desarrollo del cuerpo.

Ø  La detección temprana de problemas psicomotores

 

Los lugares de la práctica de la terapia o clínica psicomotriz son los:

Ø  Equipos de Salud interdisciplinarios Públicos o Privados (Neonatología, Pediatría, Crecimiento y Desarrollo,  Psicopatología, Clínica médica de adultos y adultos mayores, Internación, Hospital de día)

Ø  Consultorio externo.(Servicios hospitalarios, centros de salud, clínicas, consultorio privado)

 

También interviene en la formación y supervisión de profesionales en el campo de la salud (médicos, psicomotricistas y otras disciplinas) 

 

ACTUACION EN EL ÁMBITO EDUCATIVO:

 

Al ámbito educativo la Psicomotricidad aporta un modo particular de reflexionar sobre las condiciones y características del funcionamiento del cuerpo en la Institución Educativa.  En el cual se detiene no sólo en el cuerpo del alumno y las funciones necesarias para el aprendizaje, sino que considera al conjunto de la Comunidad Educativa como productora de una dinámica de aprendizaje en donde «el cuerpo» demanda un lugar y una circulación, que es preciso saber escuchar y poder operar. 

 

El psicomotricista interviene en:

Ø  Nivel Inicial

Ø  Nivel Primario

Ø  Educación Especial

Ø  Equipo interdisciplinario (gabinete)

 

Realizando las  siguientes acciones:

Ø  Coordinación de talleres de Psicomotricidad con los alumnos de las distintas secciones.

Ø  Trabajos de reflexión con los docentes aportando una lectura específica del funcionamiento psicomotor de sus alumnos.

Ø  Asesoramiento a los docentes con respecto al desarrollo psicomotor tanto a través de entrevistas, como de cursos o talleres específicos, apuntando al enriquecimiento de la gama de recursos que cada docente cuenta para su tarea.

Ø  Aportar al docente recursos didácticos para trabajar los contenidos de las áreas curriculares (lengua, matemática y sociales) desde un enfoque psicomotor.

Ø  Entrevistas de contención y orientación a padres, junto a otros profesionales del equipo de orientación escolar.

Ø  Participación en admisiones y evaluaciones de los alumnos.

Ø  Participación en proyectos de integración, realizando aportes tanto en la elaboración de las adaptaciones curriculares, como en la supervisión y desarrollo de los mismos.

Ø  Abordaje en el área de Atención Temprana a bebés y niños pequeños con patologías del desarrollo que aún no tienen edad para el ingreso escolar.

 

ACTUACION EN EL ÁMBITO SOCIO COMUNITARIO

 

La complejidad del contexto y las problemáticas actuales atraviesan y afectan la vida cotidiana de niños y jóvenes y sus familias, como también de los adultos y adultos mayores, promoviendo situaciones de vulnerabilidad. Los factores de pobreza y marginalidad encrudecen esta realidad poniendo en cuestión la garantía de satisfacer las necesidades básicas, el tiempo y lugar para la educación, y las dificultades socio ambientales. El abordaje psicomotor, promueve fortalecer-favorecer la construcción de la identidad de las personas, creando espacios de reflexión y registro de lo propio frente a la problemática, como punto de partida para instalar un deseo, una necesidad, en términos de un lugar subjetivante que posibilite un camino de salida y de respuesta a la dificultad.

 

El psicomotricista interviene en:

Ø  Bebes (Intervención Temprana en Psicomotricidad).

Ø  Niños y adolescentes.

Ø  Adultos y adultos mayores.

Ø  Discapacidad


Realizando las siguientes acciones:

Ø  Coordinando talleres y grupos (de crianza  con familias, de juego y relajación terapéutica niños-adolescentes-adultos-adultos mayores)

Ø  Conformando equipos interdisciplinarios de salud (de seguimiento: bebes y niños y sus familias, de trastornos del desarrollo, de seguimiento de desarrollo niños adolescentes, y equipos de adultos y adultos mayores)

Ø  Asistiendo a bebés, niños y adolescentes en diagnósticos diferenciales, tratamientos y orientaciones.

Ø  Capacitando y supervisando docentes y profesionales a cargo

Ø  Asesorando al personal  de la dirección de programas o servicios, respecto de las problemáticas sociales y comunitarias...

Ø  Desarrollando programas y proyectos de prevención y asistencia en los diferentes grupos etáreos   en la comunidad.

Ø  Evaluando  los programas comunitarios atienden a una complejidad de los diversos fenómenos sobre los que se actúa.

Ø  Realizando actividades de integración de las personas con discapacidad en la sociedad.

Ø  Orientando a las familias de personas que sufren discapacidad

Ø  Fortalecimiento de redes comunitarias favoreciendo una mayor conciencia de comunidad y la dinamización del potencial de recursos que ella encierra. Las actividades  abiertas a la comunidad son llevadas a cabo en escuelas, centros de salud, centros barriales, hogares o institutos de menores, centros de madres adolescentes, centros de jubilados , clubes y sociedades de fomento

 

 

 

ROL TERAPEUTICO

Creemos en la necesidad de un esfuerzo de integración personal en lo referido al sentir, al pensar y al hacer, para construir un rol terapéutico, en nuestro caso, el psicomotor. Estos aspectos íntimamente relacionados producirán una modalidad coherente en la acción.

Esto que Rogers llama congruencia, junto con otros aspectos importantes como la comprensión empática y la aceptación de la persona del otro sin condicionamientos, le permite al terapeuta ser él mismo en su rol y promover un clima facilitador del crecimiento.

Desde el pensar, el Psicomotricista va a tener en cuenta toda la información teórica y las conceptualizaciones que le permitan una mayor comprensión y operatividad en la situación terapéutica; sea desde su campo específico como de aquellos otros, conexos, que puedan aportarle nuevos conocimientos.

Desde el sentir, sabemos que existe un compromiso afectivo en toda situación terapéutica, y que se torna fundamental, entonces el análisis personal del terapeuta y el análisis de la contratransferencia en la supervisión.

De esta manera se evitarán los riesgos de mezclar los propios fantasmas con los del niño, de erotizar la relación y de perseguir alguna clase de reparación, tal como lo puntualiza la psicoanalista francesa Francoise Dolto.

Desde el hacer nos parece importante rescatar la posibilidad de actuar del Psicomotricista, refiriéndonos a las acepciones que de esta palabra establece el diccionario:

Ø  obrar o poner en acción

Ø  conducirse de cierta manera

Ø  ejercer funciones propias de un cargo.

Revalorizamos un histrionismo necesario en nuestra función, para poder incluirnos de manera plástica en los distintos roles que nos asigna el paciente.

EL CUERPO DEL PSICOMOTRICISTA

El cuerpo del Psicomotricista es un verdadero organizador para el niño tal como lo fue el cuerpo primordial de su madre en sus primeras experiencias con el mundo exterior. Es un objeto de identificación y un escenario sobre el cual el paciente puede proyectar sus fantasías.

Al mismo tiempo es una imagen nueva de objeto que lo ayudará a discriminarse del peso de los mitos familiares.

Désobeau dice que el cuerpo positivo es el cuerpo revelado por el otro, de lo cual nace su potencial de riquezas sensoriales y su potencial de acción.

Esta psicomotricista francesa señala que El niño vive intensamente el cuerpo del terapeuta y puede identificarse con él a través de las actitudes que él toma y él recrea, lo que le permitirá alcanzar algún día su propia identidad.

LA ACTITUD DEL PSICOMOTRICISTA

Cuando Winnicott habla de las funciones maternizantes -a nivel metafórico- que el terapeuta debe poder brindar a su paciente, se refiere a una actitud terapéutica de respeto, continuidad, sostén, cuidado, sintonizada con las necesidades del paciente. Y que no supone de ninguna manera, la simpatía, el consejo, ni la condescendencia.

Ser empático también puede significar conectarse con las necesidades de frustración y de límites.

Un aspecto importante de esta actitud terapéutica es no ser intrusivos. Siendo empáticos nos conectamos con la necesidad del paciente. Siendo intrusivos nos conectamos con nuestra propia necesidad.

Nosotros, Psicomotricistas, a veces somos intrusivos con nuestro cuerpo, y sin medir las consecuencias, nos embarcamos, no en poner el cuerpo, sino en imponerle el cuerpo al otro.

Vemos en la clínica, que la postura del cuerpo del paciente es una clave a comprender, pues en ella aparece el conflicto; creemos que en el cuerpo del terapeuta, la postura debe ser depositaria, albergue y expresión de su actitud y aptitud, es decir, de su disposición y capacidad para asumir el rol.

Nuestra experiencia se ve refrendada en lo semántico pues la palabra actitud tiene una doble acepción: disposición (aptitud - capacidad) y postura que adopta el cuerpo.

Asimismo, la palabra postura la consideramos desde sus dos significados: la postura corporal que adopta el cuerpo, y la postura ideológica frente al paciente que requiere ayuda.

La actitud también se patentiza en el gesto, desde el cual el terapeuta muestra y se muestra. En los gestos espontáneos, voluntarios, estereotipados e inconscientes, se expresa nuestro mundo interno. De ahí la importancia de la estabilidad y el registro de la propia gestualidad en el proceso terapéutico.

LA MIRADA DEL PSICOMOTRICISTA

“Soy mirado, luego soy”, dice Winnicott, y señala que en el desarrollo emocional, el precursor del espejo es el rostro de la madre. Si la función materna es la adecuada el bebé se refleja, se ve en el rostro y en la mirada de la madre.

La calidad de la mirada del otro, en nuestro caso, la mirada del terapeuta psicomotor, legitima, dona credibilidad, espacio y tiempo para experimentar.

Si nuestra mirada no humilla, no critica, no fiscaliza, no va a significar al otro desde la impotencia.

Si nuestra mirada acepta, permite, sostiene, espera, valora y alienta, le dona al otro el espacio para ser en su cuerpo.

Cuántas veces escuchamos el pedido: Mírame, mírame... mirá como lo hago... mirá como me sale... mirá como salto... mirá como puedo... si no me mirás no vale...

Y cuántas sentimos la importancia, el peso de nuestra mirada en el desencadenamiento del proceso terapéutico.